martes, 3 de julio de 2012

Afina el oído, oirás las olas romper en Venice Beach.

-¿Quieres que te pellizque?-pregunta Taylor. Erika se gira un segundo y lo fulmina con la mirada.
-No. Se. Te. Ocurra. En serio, Lautner -él sonríe, llamarlos a todos por sus apellidos cuando está molesta o enfadada es muy típico de ella-, como me pellizques y me despierte te juro por todo lo que pueda que te hundo en la miseria-y vuelve a pegar la cara al cristal del BMW.
Los americanos se miran entre ellos. Les hizo muchísima gracia cuando a Eri le dio un arrebato de pasión turística, bajó la  ventanilla y sacó la cabeza para quedarse embobada mirando el famosísimo cartel de HOLLYWOOD. El problema fue cuando, cinco minutos después, tuvieron que ordenarle meter la cabeza dentro, tal era el asombro de ella que lo único que hacía era mirar a todos lados con los ojos desorbitados y la mandíbula colgando. Dan comentó que se parecía a un bulldog, y la mencionada le dio una tortazo en el hombro.
-En serio, Eri, ya hemos hablado de eso.
-Lo sé-ella asiente sin ni siquiera mirar a su compañero de asiento, que, casualidades de la vida, resulta ser su actor favorito, su ídolo, su hombre ideal... En fin, no continuemos con la lista.
-¿Qué hemos hablado?
Ella se pone tiesa en el asiento, la mirada siempre clavada en la ventanilla y en el paisaje. Antes de mirarlo hacia él, ve pasar a Julia Roberts, y lanza un gritito. ¡Joder! ¿Dónde estará George Clooney?
-Nada de fangirling*-empieza la aludida, sacudiendo la cabeza e imitando la voz de su interlocutor principal-, nada de comentarios de tu vida privada, nada de grititos cuando veas a algún famoso. Que eso, por cierto,-lo mira de soslayo un segundo-entra dentro de hacer fangirling, pero bueno. Qué más...-se toca un momento la barbilla, baja la mirada un segundo y luego se da un golpe en la frente,  recriminándose haberse perdido un segundo del paisaje de su ciudad favorita-. Esto...
-Tiene algo que ver con tiendas.
-Cierto. Gracias. Nada de meterse en las tiendas a fundirse la tarjeta de crédito (qué agarrado eres hijo mío), nada de ponerse en plan diva exigente, nada de tratar a la gente como tus sirvientes, nada de desatender a los fans...-
-¿Fans? ¿Qué fans?-pregunta Dan, cachondeándose.-Pero si todavía no la conoce ni Dios, Tay.
-Cállate, Dan-murmuran Taylor y Tanisha a la vez.
-Dan-Eri se inclina hacia él, y aprovecha la cercanía a la luna del coche para mirar la carretera y los rascacielos que se extienden delante de ellos-, ¿te importaría meter ese trapo del demonio al que tú llamas lengua en ese pozo sin fondo que tú conoces por boca, y cerrarlo, digamos... hasta que resucite Marilyn Monroe?
Los otros dos no pueden evitar una sonrisa, Dan, sin embargo, se carcajea aún más.
-Lo que tú digas... nena.
-Imbécil.
-Nena.
-Estúpido.
-Nena.
-¡Que te calles, joder!
-Tú mandas, nena.
Y le cae otro tortazo.
-Sigue, Eri. Es interesante ver cuántas normas te ha puesto aquí nuestra estrellita-susurra Tani, señalando con su pulgar a Taylor.
-Nada de saltar a la mínima de cambio ante los comentarios de los haters, nada de publicar cosas demasiado privadas en Twitter, aunque con mi Twitter haré lo que me dé la gana...
-Tú misma, Eri. Luego no me vengas llorando porque no has podido entrar en una tienda o lo que sea porque estaba lleno de gente para verte y hacerse fotos contigo.
-¿Cuándo te he dicho yo eso, maldito mentiroso?
-Nunca, nunca-Taylor sacude la cabeza y sonríe-. Pero lo harás.
-Ya, vale, gracias. Supongo. Nada de anticipar proyectos, nada de mostrar descontento si no consigo un premio al que esté nominada, nada de criticar a otros famosos, al menos delante de las cámaras.
-¿Y la regla de oro?
-No hacer absolutamente ningún caso de los paparazzi cuando empiecen a preguntarme por asuntos personales.
-Buena chica.
Diez minutos después, el coche enfila por el camino hasta el garaje de la casa en la que Eri vivirá durante su estancia en Los Ángeles. Ella, aun a pesar de que conoce las normas, no puede dejar escapar un suspiro de satisfacción cuando ve el cartel que anuncia Beverly Hills, las palmeras alineadas a ambos lados de la calle, otorgándole sombra al sofocante asfalto, la cantidad desorbitada de coches de lujo (decidió dejar de contar cuando llevaba vistos 16 Lamborginis), las multitudes de mujeres y chicas vestidas con sumo estilo y los chicos que pasaban por la acera. Oh, no olvidemos a los actores y actrices que vieron y que los saludaron al reconocer el BMW de Dan pero que en realidad era de Taylor. Al parecer, es muy útil vivir con tu mejor amigo, comprarte un coche y dárselo a él para que los paparazzi te dejen tranquilo y puedas salir de casa seguro, sin que furgonetas negras te persigan con medios cuerpos afuera intentando obtener una buena instantánea de ti o tus acompañantes conocidos.
La primera en saltar del coche es Tani. Abre la puerta incluso antes de que su novio detenga el coche y, cuando los demás aún están bajando, ella ya tiene las llaves en las manos y abre la puerta de la calle. Entra como un ciclón y deja la puerta abierta de par en par. Dan y Tay se miran, se encogen de hombros y suspiran. Eri frunce el ceño, hasta que se da cuenta de la prisa de Tani. Seth. El pequeño Seth. ¿De verdad Dan y Tani habrán dejado solo a su hijo para ir a buscarla? De repente, se siente terriblemente mal.
Cierto que el crío tiene ya un año, casi un año y medio, y que le contaron por teléfono que es muy buen chaval, pero en fin, es un Parker, es hijo de Dan, y todo el mundo sabe que a Dan le va mucho la fiesta. Lo normal sería que Seth fuera igual que su padre, un angelito cuando tiene gente delante pero luego un trasto en cuando se queda solo. Entonces, ella sacude la cabeza, divertida ante ese pensamiento. ¿Dan, un ángel? Solo sus ojos de un azul celeste clarísimo le dan esa apariencia, porque por lo demás...
Mientras los chicos sacan su maleta, ella se queda clavada en su sitio, aunque girando sobre sí misma para no perderse ningún detalle. El olor a césped recién cortado, los viandantes que pasan de un lado para otro sin apenas inmutarse de la presencia de un actor, o simplemente saludándolo como a un vecino más, el cielo sin nubes de California, la luz doradísima del sol, que parece filtrada por un diamante para darle aún más luminosidad, aunque sin llegar a hacerla dañina para la vista... Es tal su euforia que afina el oído y jura oír el mar; las olas rompiendo, la gente bañándose, las chicas bronceándose y los chicos surfeando en Malibú, Venice Beach, Santa Monica... Suspira.
-¿Piensas dormir ahí, o algo?-pregunta Tay, divertido.
-No, claro-replica ella, azorada. Coge la manilla de su maleta y se dispone a entrar en la casa de sus sueños, jurándose a sí misma que allí vivirá momentos memorables.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Fangirling: acción y efecto que, normalmente, se atribuye a las chicas jóvenes (aunque también lo hacen los chicos, que pagamos justas por pecadores), principalmente adolescentes. Consiste en, ante la presencia de un famoso, ponerse histéricas chillando, llorando y tratando de alcanzarlo con el cuerpo. Todos terminaremos haciéndolo alguna vez.

8 comentarios:

  1. Amor, no sabía que hubo otra historia antes de Its 1d. Es genial<3

    @livewithnutella

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí vida :D la subí antes que Its 1D bitches, iba publicando cuando a mí me daba la gana, sin avisar a nadie ni agobiarme ni nada... Those were the days man. Pero, no sé, llegó Its 1D bitches y tuve que escribirla antes. Algún día seguiré con 9751, tendré que acabarla :D

      Eliminar
    2. Sí vida :D la subí antes que Its 1D bitches, iba publicando cuando a mí me daba la gana, sin avisar a nadie ni agobiarme ni nada... Those were the days man. Pero, no sé, llegó Its 1D bitches y tuve que escribirla antes. Algún día seguiré con 9751, tendré que acabarla :D

      Eliminar
  2. Los capítulos son más cortos que a los que nos tienes acostumbradas, pero promete<3

    @livewithnutella

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. aw, muchas gracias, mi bella 1/2 E squared <3 Pues la verdad es que no sé, pero no se me ocurren tantas cosas como se me ocurren con los chicos. Es que esta historia tiene su propia historia detrás, y supongo que ya le di toda la imaginación que pude, por lo que me quedaba muy poca para después... no sé jojojo

      Eliminar
    2. Jajajajaja pues no sé Erikina, ya si eso, cuando acabes LW la miras y si te pasa de los ovarios, reconsideras continuarla, que para algo es tuya amor. Y sí, respondo un mes más tarde porque yo lo valgo (mentira, es que blogger no me avisa y un rato que estaba aburrida se me ocurrió volver a leerla, meh).

      Eliminar
  3. No tenía idea de esta historia y la verdad es que deberías continuarla, lo poco que hay promete y aquí tienes una lectora incondicional para cuando la continúes.

    Benditos deditos tuyos Eri 😘😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. BUF, he leído las primeras líneas y he tenido que parar, me ha dado mucho asco lo de ir alternando pasado y presente al narrar... sois demasiado buenas conmigo.

      Eliminar

Dedica un minutito de tu tiempo a dejarme un comentario; son realmente importantes para mí y me ayudarán a mejorar, al margen de la ilusión que me hace saber que hay personas de verdad que entran en mi blog. ¡Muchas gracias!❤