Sé que me he escudado demasiadas veces en excusas simples
como “se me ha roto el ordenador” (al que, por cierto, todavía echo de menos.
Rip Teclas II, Vaio singular, mejor amigo, Junio de 2013-Diciembre de 2014), o “tengo
muchos exámenes”, o “tengo mucho que hacer”, para disimular algo: que había
momentos en los que, simplemente, no me apetecía escribir Light Wings. Pero, gracias a los cielos, he conseguido superar esos
momentos, y aquí estoy otra vez: cerrando otra novela, ¡la segunda!, y
sintiendo mariposas en el estómago mientras lo hago. Este capítulo ha sido muy
especial para mí; al principio, no lo había planeado. Había pensado en matar a
Kat y que lo último que se supiera de ella fuera que le habían rajado la
garganta, pero entonces me di cuenta: Light
Wings es mucho más que Kat. Light
Wings es mi Los juegos del hambre particular,
de manera que, si Los Juegos son
mucho más que Katniss, Light Wings es
más que Kat, así que la historia puede seguir sin ella. Y, como estás a punto
de descubrir, lo hace.
Pero, bueno, como no te quiero destripar el final (aunque
seguramente lo intuyas), sólo te diré una cosa: voy a seguir escribiendo esta
historia. Tendrá una segunda parte con título diferente (todavía no sé si Broken o Dark Wings, lo estoy
decidiendo), que es probable que no
publique pronto. Quiero centrarme en Chasing
the stars, porque, si no lo hago, sé lo que acaba pasando: que escribo de
mala gana, acabo pronto y mal, para poder seguir con la otra, que es siempre la que me va a apetecer más
escribir. No puedo echar de menos este mundo, en el que siempre me meto cada
vez que juego a Mirror’s Edge (y van
a sacar juego nuevo, eso es una señal del universo). Así que, si quieres saber
qué pasa después y no te importa esperar mucho, puede que indefinidamente,
puedes entrar de vez en cuando en la sección de historias del blog y asegurarte
de que no ha pasado nada interesante. O, si por el contrario no quieres
esperar, la solución es mucho más sencilla: lleva a los personajes a donde tú
quieras, pues son tan míos como tuyos, de la misma forma que Harry Potter me
pertenece a mí tanto como a JK Rowling. Ella le dio vida, y yo lo resucito cada
vez que abro un libro. Pues tú puedes hacer lo mismo.
Y ahora, pasamos a la parte en la que doy las gracias:
gracias a los creadores de Mirror’s Edge
por darme el escenario perfecto en el que desarrollar esta historia.
Gracias a Suzanne Collins (bueno, más bien a Jennifer
Lawrence, Josh Hutcherson y el cine en general por acercarme a la obra de
Suzanne, pero bueno) por demostrarme que las historias sobre revoluciones
pueden ser tan entretenidas como los amores imposibles. Puede que incluso más
(sí, es un puñal, Stephenie Meyer).
Gracias a JK Rowling, a la que le cojo prestada una
frase, tanto por esa frase como por introducirme en este mundo de libros que
tanto me encanta.
Gracias a mis padres, por tenerme en un continente en el
que el analfabetismo está prácticamente erradicado.
Gracias a Simon Cowell, SÓLO por juntar a One Direction.
Por lo demás ese hombre me la bufa.
Gracias a One Direction, por existir. Y sí, aquí quiero
incluir a Zayn, por muy cabreada que pueda estar con él o por muy lejos que
esté él de la banda. Siempre van a ser cinco aunque también me guste que sean
cuatro.
Gracias en especial a Louis, que no está en One Direction,
por si no te habías dado cuenta… bueno, por ser mi musa, y esas cosas. Reza por
que nunca lo conozca. Seguro que le asustaría con todas las historias que me
monto sobre él.
Gracias a Alba y Noemí, por hablarme de One Direction.
Aunque ya no tenga relación con ellas, eso siempre se lo deberé.
Gracias a las Eritioners, que creo que ni leen esta
historia, pero no me importa: son cojonudas y con lo que aguantaron con It’s 1D bitches se han ganado cada
agradecimiento en cada cosa que haga.
Gracias a Laura aka Rosi, por ser así y aguantarme las
gilipolleces sobre One Direction, por entrar en el fandom y dejarse arrastrar
hacia los fandoms con los que yo bailo, perrear conmigo y hacer el gilipollas
conmigo, así como inventarse un idioma conmigo. JÉ. Taconeo.
Y, por último, pero no menos importante: gracias a ti,
que estás leyendo esto, que has llegado hasta aquí conmigo. Que has aguantado
mis gilipolleces, mis negativas a subir capítulo de esta historia en un período
de dos meses, que has aguantado que diga “venga, que la hago semanal” y me pase
por el forro eso y la termine haciendo trimestral. Gracias por tus visitas, por
tu paciencia, por tu tiempo. Gracias por los comentarios, si los publicaste
(por favor, COMENTA, eso me encanta), o gracias por posar los ojos en mis
historias de manera silenciosa. Ver que los capítulos vayan subiendo poco a
poco de visitas es una sensación… no sé, difícil de explicar. No increíble,
porque mucha gente la tiene, pero aun así… me gusta mucho. Sé mi novio. O mi
novia. Yo no hago ascos a nada, a mí me va todo Ü.
Es broma.
Creo.
Y ahora, ¡disfruta del capítulo! Acompáñame en este viaje
una última vez. Pero, espera, antes debo decir unas palabras que no he dicho
casi nada en esta entrada. One Direction. One Direction. One Direction.
Bien, creo que ya está.
¡Hasta siempre!
ASDFGHJKL TE ODIO ME HA ENCANTADO EL FINAL. Tienes que seguirla, le veo mucho futuro a la relación de Louis con Kat. Eso sí, ¿ella está viva en ese universo paralelo que tienen creado, o qué sucede?
ResponderEliminarMás te vale empezar a publicar pronto esa "segunda parte".
<33333333333333333333333
AWWW ME ALEGRO MUCHÍSIMO DE VERDAD no sé si tendré tiempo para seguirla, pero lo intentaré...
EliminarEso es algo que tienes que decidir tú (como ya he dicho; no me escucháis), la gracia está en que te montes tu propia película y luego la contrastes con lo que yo acabe haciendo.
Un beso ♥