sábado, 5 de septiembre de 2015

Mil gracias aladas.

Sé que me he escudado demasiadas veces en excusas simples como “se me ha roto el ordenador” (al que, por cierto, todavía echo de menos. Rip Teclas II, Vaio singular, mejor amigo, Junio de 2013-Diciembre de 2014), o “tengo muchos exámenes”, o “tengo mucho que hacer”, para disimular algo: que había momentos en los que, simplemente, no me apetecía escribir Light Wings. Pero, gracias a los cielos, he conseguido superar esos momentos, y aquí estoy otra vez: cerrando otra novela, ¡la segunda!, y sintiendo mariposas en el estómago mientras lo hago. Este capítulo ha sido muy especial para mí; al principio, no lo había planeado. Había pensado en matar a Kat y que lo último que se supiera de ella fuera que le habían rajado la garganta, pero entonces me di cuenta: Light Wings es mucho más que Kat. Light Wings es mi Los juegos del hambre particular, de manera que, si Los Juegos son mucho más que Katniss, Light Wings es más que Kat, así que la historia puede seguir sin ella. Y, como estás a punto de descubrir, lo hace.
Pero, bueno, como no te quiero destripar el final (aunque seguramente lo intuyas), sólo te diré una cosa: voy a seguir escribiendo esta historia. Tendrá una segunda parte con título diferente (todavía no sé si Broken o Dark Wings, lo estoy decidiendo), que es probable que no publique pronto. Quiero centrarme en Chasing the stars, porque, si no lo hago, sé lo que acaba pasando: que escribo de mala gana, acabo pronto y mal, para poder seguir con la otra, que es siempre la que me va a apetecer más escribir. No puedo echar de menos este mundo, en el que siempre me meto cada vez que juego a Mirror’s Edge (y van a sacar juego nuevo, eso es una señal del universo). Así que, si quieres saber qué pasa después y no te importa esperar mucho, puede que indefinidamente, puedes entrar de vez en cuando en la sección de historias del blog y asegurarte de que no ha pasado nada interesante. O, si por el contrario no quieres esperar, la solución es mucho más sencilla: lleva a los personajes a donde tú quieras, pues son tan míos como tuyos, de la misma forma que Harry Potter me pertenece a mí tanto como a JK Rowling. Ella le dio vida, y yo lo resucito cada vez que abro un libro. Pues tú puedes hacer lo mismo.
Y ahora, pasamos a la parte en la que doy las gracias: gracias a los creadores de Mirror’s Edge por darme el escenario perfecto en el que desarrollar esta historia.
Gracias a Suzanne Collins (bueno, más bien a Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson y el cine en general por acercarme a la obra de Suzanne, pero bueno) por demostrarme que las historias sobre revoluciones pueden ser tan entretenidas como los amores imposibles. Puede que incluso más (sí, es un puñal, Stephenie Meyer).
Gracias a JK Rowling, a la que le cojo prestada una frase, tanto por esa frase como por introducirme en este mundo de libros que tanto me encanta.
Gracias a mis padres, por tenerme en un continente en el que el analfabetismo está prácticamente erradicado.
Gracias a Simon Cowell, SÓLO por juntar a One Direction. Por lo demás ese hombre me la bufa.
Gracias a One Direction, por existir. Y sí, aquí quiero incluir a Zayn, por muy cabreada que pueda estar con él o por muy lejos que esté él de la banda. Siempre van a ser cinco aunque también me guste que sean cuatro.
Gracias en especial a Louis, que no está en One Direction, por si no te habías dado cuenta… bueno, por ser mi musa, y esas cosas. Reza por que nunca lo conozca. Seguro que le asustaría con todas las historias que me monto sobre él.
Gracias a Alba y Noemí, por hablarme de One Direction. Aunque ya no tenga relación con ellas, eso siempre se lo deberé.
Gracias a las Eritioners, que creo que ni leen esta historia, pero no me importa: son cojonudas y con lo que aguantaron con It’s 1D bitches se han ganado cada agradecimiento en cada cosa que haga.
Gracias a Laura aka Rosi, por ser así y aguantarme las gilipolleces sobre One Direction, por entrar en el fandom y dejarse arrastrar hacia los fandoms con los que yo bailo, perrear conmigo y hacer el gilipollas conmigo, así como inventarse un idioma conmigo. JÉ. Taconeo.
Y, por último, pero no menos importante: gracias a ti, que estás leyendo esto, que has llegado hasta aquí conmigo. Que has aguantado mis gilipolleces, mis negativas a subir capítulo de esta historia en un período de dos meses, que has aguantado que diga “venga, que la hago semanal” y me pase por el forro eso y la termine haciendo trimestral. Gracias por tus visitas, por tu paciencia, por tu tiempo. Gracias por los comentarios, si los publicaste (por favor, COMENTA, eso me encanta), o gracias por posar los ojos en mis historias de manera silenciosa. Ver que los capítulos vayan subiendo poco a poco de visitas es una sensación… no sé, difícil de explicar. No increíble, porque mucha gente la tiene, pero aun así… me gusta mucho. Sé mi novio. O mi novia. Yo no hago ascos a nada, a mí me va todo Ü.
Es broma.
Creo.
Y ahora, ¡disfruta del capítulo! Acompáñame en este viaje una última vez. Pero, espera, antes debo decir unas palabras que no he dicho casi nada en esta entrada. One Direction. One Direction. One Direction.
Bien, creo que ya está.

¡Hasta siempre!

2 comentarios:

  1. ASDFGHJKL TE ODIO ME HA ENCANTADO EL FINAL. Tienes que seguirla, le veo mucho futuro a la relación de Louis con Kat. Eso sí, ¿ella está viva en ese universo paralelo que tienen creado, o qué sucede?
    Más te vale empezar a publicar pronto esa "segunda parte".
    <33333333333333333333333

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    Respuestas
    1. AWWW ME ALEGRO MUCHÍSIMO DE VERDAD no sé si tendré tiempo para seguirla, pero lo intentaré...
      Eso es algo que tienes que decidir tú (como ya he dicho; no me escucháis), la gracia está en que te montes tu propia película y luego la contrastes con lo que yo acabe haciendo.
      Un beso ♥

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